10 jun 2010

PALABRAS DE UNA MENTE DIVAGANTE

Si se me diera la oportunidad de poder elegir, la rechazaría, simplemente echaría todo a la suerte.

Mis decisiones no llevan a mejores desenlaces que un gran desperdicio de lágrimas.

Una vida sin decisiones, sin problemas, sin lágrimas, sin dudas, sin obligaciones, sin nada, vacía.

Ser ignorante y ser feliz, ser compañía de quien lo necesite sin la necesidad de preguntar por qué.

No tener identidad, carecer de algo para identificarse, ¿que tanto se aleja eso de morir?

Una sonrisa, tal vez dos, quizás esa sea la respuesta para todos los problemas, espero que así sea.

Una caricia, un piropo, un ‘tal vez’, esas pequeñas cosas que nos llenan de ilusión.

Ilusión, fantasía, sueño o realidad, imposibles de rechazar, imposibles de evitar.

Un deseo que no se cumple, una carta que no llega, una ilusión que se quiebra.

Palabras que no son palabras, miradas que son más que palabras, y palabras que cambian miradas.

Una visión, una misión, un objetivo, un final que perseguir, un límite que alcanzar.

Despertar, caminar, correr, saltar, vivir, gritar, escribir, leer, descansar y volver a empezar.

Y continúo con el pensar del azar que nos da las cosas más importantes en la vida.

Las coincidencias, los detalles que nadie ve, pero que sin embargo ahí están.

Yo los puedo ver, te puedo ver, detrás de todas esas capas que inventaste de por medio.

No estoy seguro de poder entender tus miradas, como dije, son más que palabras.

Palabras que ocultan verdades entre mentiras, medias verdades, o simplemente que no significan nada.

No puedo separarte de aquello que forma parte de ti, sería como separar la vida de la muerte.

Azar o decisión, en esta ocasión ninguno de los dos tiene la respuesta que necesito.

Guardo luto por el futuro que murió en el pasado, y me dedico a disfrutar del presente.

Pido un brindis por aquello que nunca se dio, ni se da, pero que se podría dar.



solo un deseo... el de tenerte sabiendo que no puedo...

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